Siempre se nos presentarán diluvios que amenazarán con destruir la tranquilidad de nuestras vidas. Pero está en nosotros decidir ser buenas personas como lo fue Noaj para poder superar esas tormentas y tener otra oportunidad para vivir mejor.
Los descendientes de Noaj no supieron valorar lo que tenían. En cambio se revelaron y quisieron superar a Dios construyendo la torre de Babel. Se equivocaron, no fueron agradecidos y perdieron la vida tranquila que tenían. Esto nos enseña que siempre debemos agradecer por todo lo que recibimos ya sea la vida, la salud, el bienestar y la felicidad. La mejor forma de agradecer sería siendo buenas personas, realizando buenas acciones.