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Un mago, un ángel, un rey y un burro que habla, todo esto que parece sacado de una película de ficción es lo que nos encontramos en parashat Balak.
En esta parasha, el rey Balak le pide a su mago Bilam, que maldiga al pueblo de Israel, entonces el mago emprende un viaje hasta un monte para poder ver al pueblo y cumplir con el pedido del rey.
En su travesía, el burro se frena ya que un ángel se había parado delante de él impidiéndole el paso, y el mago ante su deseo de querer seguir, le pega al burro hasta que el animal le habla y le pide que vea delante suyo, que por la presencia de el ángel era imposible continuar.
Una vez que el mago logra llegar a su destino, tres veces trata de maldecir al pueblo de Israel, pero Dios las primeras dos veces no dejó que salgan palabras de su boca, y en la última oportunidad en vez de palabras malintencionadas, el mago pronunció una hermosa bendición, con la cual empezamos cada tefila de shajarit: “ma tovu ohaleja Yaakov” – “cuán bellas son tus tiendas pueblo de Israel”.
Quiera Dios que en este Shabat podamos convertir cada uno de nuestros malos impulsos en energía positiva, que podamos abrir los ojos y ver qué y a quién tenemos adelante, y que solo conozcamos de bendiciones.
¡Shabat Shalom!