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Cuando estamos cansados luego de toda una semana de trabajo y las cosas no salen tan bien como esperamos, solemos ofuscarnos y nos ponemos de mal humor. Nos imponemos muchas veces que las cosas tienen que ser o blancas o negras, y que los grises suelen ser para los indecisos.
Behalotja, nos habla del encendido de las velas de la Menorá del Mishkán y nos propone mirar las cosas desde otro punto de vista y a entender que hay otra realidad posible.
Esta parashá nos enseña a que solos no podemos, tal como Moshé no pudo y tuvo que conformar un tribunal de sabios, nos enseña que si no llegamos a cumplir a veces con nuestras obligaciones tenemos segundas oportunidades, que incluso cuando cometemos algún error grave como el lashon harrá (hablar mal de otros), mediante la ayuda de terceros, podemos enmendar lo realizado.
Solo vamos a poder encender las velas que llevamos dentro si podemos aplicar el mensaje de esta lectura en nuestra vida cotidiana, rodeándonos de gente buena, si tratamos de achicar las distancias con el que piensa distinto, si aprendemos a darnos a nosotros y al otro segundas oportunidades. Solo de esta manera vamos a poder iluminar con todo nuestro potencial todo lo que nos rodea.
¡Shabat shalom!