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Cuando tratamos de enseñar algunos valores a los más chicos, solemos decir que “uno es libre de hacer lo que quiera hasta que afecta negativamente a su prójimo”.
Lag BaOmer, la festividad que estuvimos celebrando esta semana, más precisamente el 18 de Yiar, nos invita a recordad la resistencia tanto física como espiritual que el pueblo de Israel mantuvo contra el impero romano cuando no nos dejaban ejercer libremente nuestras prácticas y tradiciones. La rebelión encabezada de Bar Kojba en lo militar y por Rabi Shimon bar Iojai en el estudio, fue y es la representación de que a pesar de las adversidades, no debemos doblegarnos ante el enemigo.
La parashá Emor, que leemos esta semana, nos invita a respetar el año sabático y el año del jubileo, leyes que nos enseñan a no abusarnos de las tierras ni del necesitado, de darle libertar a los esclavos luego de un tiempo y a perdonar las deudas de los que no pueden enfrentarlas.
Tanto Lag baOmer, como parashat Emor, nos demuestran que no debemos quedarnos quietos e inmóviles ante la desigualdad, que tenemos que ser personas activas y luchar por aquello que altera nuestra sociedad y nuestro bienestar.
Que las palabras de la Tora y de este jag sean parte de nuestro día a día.
Shabat shalom.