Nos estamos acercando a los Iamim Noraim y muchas veces buscamos algunas respuestas a lo que nos pasa en el mundo de lo espiritual en vez de preguntarnos qué estamos haciendo con nuestra vida terrenal.
Dentro de la parasha Nitzavim se nos dice que “La Torá no se encuentra en el cielo ni del otro lado del mar”, dándonos a entender que la Torá está al alcance de nuestras manos y que depende de nosotros alcanzarla y que su estudio y análisis depende de la kavaná, la intención que le dediquemos. Cada una de nuestras acciones la podemos asemejar a esta alegoría de la Torá en el cielo: muchas veces nos desligamos de nuestras obligaciones y responsabilidades, cuando en realidad, cada cosa que hacemos es fruto de nuestro pensar y accionar.
Entender esto es parte del proceso de la teshuvá, la reflexión e introspección que hacemos previo a Rosh haShana y Iom Kipur, pero que tiene que ser un ejercicio cotidiano.
¡Shabat shalom ve shana tova humetuka!