Noticias
Esta parasha relata el escape de Iaakov, su necesidad de huir de su realidad que se volvió amenazante e insoportable. De las amenazas de su hermano que quiere matarlo y de una tierra que legó de manera ilegítima.
Pero la parasha nos demuestra que en lo más intrínseco del humano, uno no puede escaparse de sí mismo, uno nunca puede despegarse de su historia completamente y escapar para reinventarse como un hombre nuevo como si nada hubiera pasado; la parashá nos lo relata en lo más profundo de su inconsciente que se expresa a través de un sueño.
El sueño refleja entonces el proceso interno por el cual está pasando nuestro patriarca, quiere escaparse pero su mismo sueño lo llama para reencontrarse con su historia, para revisar su pasado, para enfrentarse con su supuesto destino.
Uno siempre va a poder escaparse físicamente de miles cosas, pero hay algo de nuestra historia pasada que siempre nos acompaña, y ese algo es justamente nosotros mismos, nuestro pasado nuestras vivencias aunque queramos escapar de ellas, huir y pensar que nunca deberían haber ocurrido, están con nosotros acompañándonos, forman parte -queramos o no- de nuestra querida identidad.
Porque en lo real, Iaakov estaba escapando de sí mismo, porque escapar de su propia historia es intentar escapar de sí, pero esto no quiere decir que ésta nos determina y que no tenemos ninguna posibilidad de transformar lo que el mundo hizo de nosotros; sino todo lo contrario, si queremos transformarlo y transformarnos a nosotros mismos, se trata de investigar y profundizar: qué cosas son parte de nosotros, qué historias son parte de nosotros, qué lugares son parte de nosotros, para así conocerlas y lograr hacer algo con lo que el mundo hizo de nosotros.
Eduardo Galeano dice que estamos hechos de historias, que no estamos hechos de huesos, de sangre o de piel, estamos hechos de historias que nos conforman y que nos afectan.
Y en algún punto todos nosotros somos como Iaakov porque estamos hechos de parte de esa historia, somos parte de lo mismo que Iaakov intentó escapar, la historia del pueblo judío, sus vivencias y sus caminos, sus victorias y sus tragedias, sus alegrías y sus tristezas.
Esta historia en común que hace que todos nosotros seamos algo que nunca terminamos de saber bien qué es. Si queremos transformarla primero debemos conocerla, no escaparnos de ella, profundizar en lo que nos afecta como individuos para luego poder tener la verdadera libertad de decidir qué hacer con ella, qué hacer con la apasionante historia del pueblo judío que es parte de nosotros.
Shabat Shalom
Alon Kelmeszes