El  juego dramático es de vital importancia en los primeros años del jardín. Es por ello que está presente en las propuestas que planteamos a los chicos.

Elegimos especialmente diseñar distintos escenarios para favorecer a través del juego: el lenguaje, la expresión, la observación y la comunicación.

Ambientamos la sala como restaurant con mesas, la cocina, las comidas, ropa para los comensales, delantales para los cocineros, menúes, etc.

Armamos un supermercado con cajas registradoras, dinero de juguete y carritos para hacer las compras.

También organizamos recitales, como protagonistas, con escenario, micrófonos, instrumentos formales e informales y canciones que creamos y recreamos.

Y jugamos a ser peatones y transportistas. Armamos caminos para circular, con barreras, semáforo, señales de tránsito, choferes, servidores públicos, playeros de estaciones de servicio y mucho más.

A partir de estas propuestas los chicos jugaron a ser papás, mamás, hijos, abuelos, tíos, a comprar, vender, cobrar, dar vueltos, clasificar mercadería, a cruzar la calle, a respetar las señales de tránsito y tantas cosas más.

En el jardín, jugando aprendemos cada día más acerca del mundo que nos rodea.