En esta sección de la Torá, Moshe le muestra a Arón y a sus hijos como debían encender la Menorá del tabernáculo. Y de esta manera, el fuego del candelabro siempre iba a ser una señal sobre el pueblo de Israel, que mientras caminaba por el desierto iba a poder ubicar el lugar de la Torá y las tablas de la ley, gracias a la luz de estas llamas y de las nubes de gloria de D´os.
Así entonces, a partir de este momento, de generación en generación, los sacerdotes debían pasarse este legado enseñado por Moshe, mensaje que vuelve a tomar fuerza en este Shabat previo a Pesaj, donde nuevamente tenemos la misión de transmitir a las nuevas generaciones el valor de la pregunta, de la libertad y de seguir contando de grandes a chicos.
Aprovechemos este Shabat para prepararnos para esta fiesta tan especial y para seguir adelante con nuestras hermosas tradiciones.